Bruselas, capital de Bélgica, es una ciudad sofisticada y muy animada. Suele aparecer en los medios de comunicación por su papel actual de capital de la Unión Europea, pero su centro histórico es perfecto para una escapada. El barrio flamenco alberga los lugares de interés más famosos, como la impresionante Grand Place y las callejuelas adoquinadas de alrededor, donde se halla el conocido símbolo de Bélgica, el Manneken Pis. La ciudad cuenta con una cosmopolita oferta de excelentes restaurantes, tanto de cocina francesa y flamenca como griega, italiana o escandinava. Durante el día se pueden probar sus famosas cervezas en alguna de las terrazas de las cafeterías. La Avenue Louise es el lugar perfecto para comprar ropa de firma y joyas, y los domingos por la mañana hay un mercado de flores en la Grand Place (durante los meses de verano), y un mercado de antigüedades en la Place du Grand Sablon. Vale la pena comprar encaje belga, cristalerías y, por su puesto, sus deliciosos bombones. Hay un eficiente sistema de metro para desplazarse por el centro de la ciudad y una buena red de tranvías y autobuses. Las noches de Bruselas tienen mucho que ofrecer: teatros, cines, conciertos, clubes de jazz y discotecas.
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